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sábado, 6 de agosto de 2011
sábado, 4 de junio de 2011
Aceptando límites
Hoy es uno de esos días que desperté con la mente más clara, igual de fatigada por tanto desmadre de la mentada maestría, pero más abierta en el sentido humano. Irónicamente este proceso se ha dado bajo la chinga de presión de tareas y exámenes finales de algo que considero un "tenmeacá" para no hacer frente a varios temas que aun no resuelvo.
Uno de ellos es el aceptar mis límites.
Es un complejo muy cabrón, porque implica aceptar no sólo lo chingona sino también lo pendeja que soy. Y esto se va dando bajo muchos aspectos; el emocional, el profesional, el académico, el espiritual...
Uno de los que más me ha pesado, es mi condicionamiento familiar. Estoy casi por aceptar mi falta de pedigree y con ello se desatan otros complejos más que han sido causa de muchas decisiones extremas en mi vida. No quiero quejarme de mi familia, simplemente aceptar que somos una familia limitada en empatia mutua y llena de conflictos emocionales y mentales.
Ojalá pudiera tener los primos con quién compartir tantas cosas, ojalá pudiera tener los tíos chingones que dan consejos poca madre... ojalá mis abuelos hubieran estado más cerca de mi... pero no. Y lo he aceptado.
Esta aceptación me empieza a liberar de muchos conflictos en mis relaciones interpesonales; como el de una pareja incluso!
Tengo la revelación de tantos límites que empiezo a sentirme libre... estaré un tanto cínica en los proximos días, quizas semanas o meses o años; antes de poder tener equilibrio entre la aceptación, el cinismo, y la honestidad.
En tanto, solo se que no soy nadie.
sábado, 28 de mayo de 2011
Insomnios
Son las 5:33am del sábado.
Hace un chingo de calor, pero aún más tolerable que los pinches zancudos que estan por todos lados, sepa de donde salen tantos. Salen de entre la ropa de entre los libros, de entre el tambor de la lira, de entre las cobijas, aaaaaay ya estoy harta de ellos! Y los famosos raidolitos solo parece ponerlos bien pachecos y con ojo rojo ahi andan chupando la sangre, MI SANGRE a toda madre!
Lo más molesto para mi es no tener tiempo para echar una fumigadita a todo mi cuarto, y se hace más incomodo cuando mi cuarto es mi todo espacial: es mi estudio, es mi oficina, es mi recamara, es mi gimnasio, es mi comedor, es mi sala, es hasta el punto de reunión de mis gatos para agarrarse a madrazos. Todo en un espacio de 9m2...
Últimamente no he salido mucho de estas cuatro paredes, más que para ir a la maestría y de vez en cuando a visitar otras sábanas. El color verde de las paredes y techo me está empezando a generar cierta claustrofobia, ¡ya me urge empezar a modificar todo este espacio!
Aunque debo admitir que toda mi atención se ha ido al mundo cibernético, mi segundo hogar, sino es que el primero mentalmente! Ahora no puedo dejar de sentir que no he despertado, sin que haya abierto el facebook, y por su puesto el messenger del hotmail. Lo que no ameniza esta vida cibernaútica el estar a la espectativa de ver que chingados está haciendo el wey que me gusta, y con quién puede estar saliendo ahora y empezar a crear un mundo de insinuaciones y de pretensiones pendejas paa lograr una invitación a la vida real!
Esto de la maestria me ha resultado un proyecto bastante exitoso con todo lo que en un principio pretendía que fuera: ocuparme lejos del ocio de pensar en la vida. Mi miedo constante a morir, a dejar, a perder, a sufrir...
Ahora sufro de otra manera, con el estilo que la fribolidad y superficialidad pueden ofrecer... escondiendome entre tareas y todas las pendejadas académicas- burocráticas que puede ofrecer el sistema público educativo: tramitar credencial, ver lo de la beca, sacar 4 juegos del certificado de estudios, ir por el nuevo ife, etc, etc, etc.
No me quejo, es justo lo que me busqué para dejar de pensar, de desear, de fantasear, de soñar. Aunque debo confesar que empiezo a extrañar, la fantasia de que todo está bien, al menos en mi concepto de "bien".
Aun despierto las veces que logro dormir, con un suspiro y la frase "ay no, otra vez".
Trataré de dormir un par de horas... aun tengo mucho que hacer, para no hacer lo que tengo que hacer.
miércoles, 4 de mayo de 2011
despertando
Hace rato que no me daban ganas de escribir algo. Fue un descanso de sueño profundo pero lleno de sueños y pesadillas que me alejaron de las letras, mis letras, mis demonios, mis fantasías y mis realidades.
Han pasado muchas cosas estos meses, ya casi un par de años, que apenas empiezo a aterrizarlas en conciencia.
Aun sigo escapando de la muerte, pero me persigue en pensamiento aunque ya no con el temor de hace tiempo, sino con el antojo de la tregua tras larga convivencia con ella.
He tenido nuevos escapes de caer esquizofrenica o de perdis traumada por tanta cosa que aun me parece surrealista, pero que no es mas que la franca realidad de la vida. Ya contaré en otra reflexión al respecto. En avance puedo contar que parte de esos escapes ha sido regresar al nido que me albergó por mucho tiempo: la buena universidad, que se volvió mi hogar desde que empezaron los cambios mas perturbadores de mi vida.
De manera inconciente regresé al alma mater pero no solo academicamente, sino de manera paternal, de protección más que de preparación.
Curso la maestría cuasi terminando el 2do semestre, decidí restauración, por motivos que tomé de una romántica inspiración y que de repente olvido, por querer borrar un tema del que traté de desligar de manera absurda...
Reflexiones... despierto de nuevo en mi misma...
En tanto, contenta por regresar a mi letra, a mi vida :-)